
Severus decide incluir a Draco en las prácticas de Harry, lo cual no acabará siendo muy buena idea porque, parafraseando la gran frase de Hermione con respecto a Ron, Draco, a veces, tiene el rango emocional de una cuchara pequeña.
Pero no todas las ideas de Severus son malas. Hay una en particular que Harry apreciará mucho. Otras, sin embargo, tiene que guardársela para él porque no son para nada apropiadas...
Por otro lado, Dumbledore sigue insistiendo en pasear su pensadero hasta la habitación de Harry y llenarle la cabeza con la vida y milagros de Lord Voldemort. Y Harry desearía que se metiera el pensadero por donde le cupiera...
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