
A veces, cuando veía en algún reportaje por la tele a chinos o japoneses con mascarillas por la calle, en su país, pensaba que eran unos exagerados; que era de hipocondríaco total.
Y no hay nada más cierto que jamás puedes decir "de este agua no beberé". Porque ahora soy yo la que va con mascarilla por la calle y con guantes de látex, además. Confinada en casa haciendo teletrabajo y saliendo solamente para pasear al perro. Que si no, ni eso.
Esperemos que pase pronto pero, mientras tanto, todos los que podáis si no es por vuestro trabajo, en casita y respetando todas las normas de higiene que tenemos que tener más que aprendidas.
Un recuerdo para el personal de los supermercados, que han aguantado avalanchas e histerismo. Para las farmacias que se han visto desbordadas y sobre todo ANIMO A NUESTROS MÉDICOS, ENFERMERAS Y ENFERMEROS Y A TODO EL PERSONAL SANITARIO EN GENERAL, PORQUE SIN ELLOS AHORA MISMO ESTARÍAMOS PERDIDOS.
Aquí les dedicamos un aplauso cada día a las ocho de la noche. La gente salimos a los balcones y aplaudimos, insuficiente reconocimiento para todo lo que están haciendo. Pero de bien nacido es ser agradecido, así que, ¡que os duelan las manos de aplaudir! Y gracias a toda esa gente que colabora haciendo mascarillas en casa, por ejemplo, o entreteniendo a los demás ofreciéndonos sus talentos por cualquier medio digital.
Como dice la canción ¡Resistiré! ¡Resistiremos!
¡Abrazos y besos para todos!